Vida en la Tierra
La biodiversidad (o «diversidad biológica») representa la vida en la Tierra en todas sus formas, desde estructuras genéticas simples, plantas y árboles, hasta animales, criaturas marinas, bacterias y seres humanos. El Convenio sobre la Diversidad Biológica la define como «la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos, y otros ecosistemas acuáticos, y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas».
Los ecosistemas son unidades funcionales de seres vivos (plantas, animales, microorganismos) e inertes (aire, minerales, agua) que interactúan formando bosques, humedales, praderas, arrecifes de coral u otras masas naturales. La «naturaleza» incluye tanto los seres vivos como los inertes, aunque, en la práctica, los términos «naturaleza» y «biodiversidad» tienden a utilizarse indistintamente.
Los servicios ecosistémicos son los bienes y servicios que cosechamos y extraemos de la naturaleza (como alimentos, agua, fibras, madera y medicinas), así como los servicios culturales (como jardines, parques y costas). Los procesos de la naturaleza también preservan y regeneran el suelo, controlan las inundaciones, filtran las sustancias contaminantes, asimilan los residuos, polinizan los cultivos, mantienen el ciclo hidrológico, regulan el clima y cumplen muchas otras funciones.
En definitiva, la biodiversidad es esencial para la salud de los ecosistemas, mientras que la pérdida de biodiversidad erosiona sus cimientos. Sin ellos, nuestra economía y nuestra sociedad tal como las conocemos no serían posibles. Las interacciones entre los elementos biológicos que crean nuestras cadenas alimentarias han garantizado que el planeta haya sido habitable para multitud de especies terrestres y marinas durante millones de años. No obstante, ahora se ve amenazado.
En este primer video, el biólogo Arnold van Vliet explica qué es la biodiversidad y por qué es tan importante para los inversores.
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Hasta un millón de especies en peligro
Los estudios revelan que la biodiversidad está disminuyendo más rápido que en cualquier otro periodo de la historia humana: hoy en día, la tasa de extinción es de entre decenas y cientos de veces superior a la media de los últimos 10 millones de años. Por esta razón, los científicos advierten que nos encontramos sumidos en la «sexta extinción en masa», que seguiría a la quinta, en la que se produjo la desaparición de los dinosaurios, hace 65 millones de años. 1
El desarrollo humano insostenible es la causa de que hasta un millón de especies se encuentren en peligro de extinción. En muchos casos, esta podría producirse en cuestión de décadas según la Evaluación Mundial de 2019 de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES). Podemos verlo en el siguiente gráfico.
Gráfico 1: Especies en riesgo de extinción que figuran en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN)

Fuente: IPBES
La abundancia media de especies nativas en el medio terrestre ha disminuido al menos un 20% desde el año 1900, cuando la aparición de los medios de transporte terrestre motorizados favoreció que los agentes del mundo desarrollado accedieran a una mayor superficie de la Tierra. En el caso de los ríos y los océanos, más del 40% de las especies de anfibios, casi el 33% de los arrecifes de coral y más de un tercio de todos los mamíferos marinos están amenazados por la actividad humana insostenible.
La IPBES identifica cinco principales impulsores de la pérdida de biodiversidad. Son los siguientes: 2
Uso de la tierra y del mar: se debe a la deforestación, la expansión agrícola sobre el terreno y la sobrepesca en el mar para satisfacer el aumento de la demanda de una población mundial que crece sin cesar. Desde 1990 se han perdido unos 420 millones de hectáreas de bosque (una superficie equivalente a la mitad de EE.UU.) y el 86% de los humedales, mientras que el 23% de la tierra a nivel mundial se ha degradado. Alrededor del 30% de la población de peces está en peligro debido a la sobreexplotación.
Cambio climático: debido al incesante flujo de emisiones a la atmósfera, el planeta se ha calentado 1,2 grados desde el inicio de la Revolución Industrial, en el siglo XVIII. Esto está provocando que el clima se torne más extremo, dando lugar a huracanes, incendios forestales, inundaciones y sequías de mayor envergadura. Además, nos queda poco tiempo para el año 2050, fecha límite para alcanzar la neutralidad de carbono.
Contaminación: el vertido de productos químicos y residuos tóxicos tiene consecuencias fatales para la biodiversidad. El uso de pesticidas está matando a las abejas y a otros polinizadores esenciales para nuestros sistemas alimentarios. Actualmente hay tanto plástico en el océano que en 2050 pesará más que los peces que viven en él, mientras que el 80% de todas las aguas residuales, incluidas las que producimos los humanos, no reciben ningún tratamiento.
Explotación directa de los recursos naturales: los sectores como la minería son responsables de la pérdida de hábitats, que se ha convertido en la principal amenaza para la supervivencia de las especies en tierra firme. La restauración de tan solo el 15% de los ecosistemas podría reducir las extinciones en un 60% y beneficiar a las economías locales. 3 Paradójicamente, la extracción de materiales vitales para la transición a las cero emisiones netas, como el litio para las baterías de los coches eléctricos, a veces tiene consecuencias perjudiciales para el medioambiente.
Especies invasoras: la introducción de especies alóctonas, que es una consecuencia de la economía global junto con el aumento del turismo moderno, ha contribuido al 40% de las extinciones desde el inicio de la era colonial, en el siglo XVII. Se calcula que el coste de las plagas de especies invasoras en zonas colonizadas del mundo, como Australia, Brasil y EE.UU., asciende a 137.000 millones de USD al año.4
Relación con el cambio climático
La pérdida de biodiversidad está directamente vinculada con el cambio climático. De hecho, suelen considerarse las dos caras de la misma moneda. Los océanos son el mayor sumidero de carbono del mundo, ya que absorben las emisiones al tiempo que generan oxígeno. El aumento de su acidificación, junto con la incesante contaminación que sufren, ha provocado que el 40% de los océanos del mundo se encuentren «alterados», según la IPBES.
La deforestación empeora el cambio climático, ya que se emiten miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero cuando se talan árboles, sobre todo si se queman para despejar el terreno. Además, la tala de árboles reduce uno de los mayores sumideros de carbono del mundo que, al igual que los océanos, absorbe emisiones y genera oxígeno. La deforestación por sí sola provoca el 17% del calentamiento global, según el Foro Económico Mundial. 5
Por ello, la conservación de los bosques y otros ecosistemas, como las turberas, se considera fundamental para alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el aumento de la temperatura mundial a 2 °C (e, idealmente, a 1,5 °C) para finales de este siglo. Según la IPBES, la reforestación podría reducir las emisiones en hasta 11,7 gigatoneladas de equivalentes de CO2 al año de aquí a 2030, más del 40% de lo necesario para limitar el calentamiento global.
Doblegar la curva
La solución consiste en «doblegar la curva», es decir, detener e invertir los cinco impulsores de la pérdida de biodiversidad para reducir la huella de la producción y el consumo humanos. El Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, firmado en 2022 por 188 países, establece que es esencial doblegar la curva antes de 2030. En el siguiente capítulo abordaremos este asunto con más detalle.
Gráfico 2: Doblegar la curva

Fuente: Robeco y Bloomberg 6
Al igual que el Acuerdo de París sobre el clima, el marco exige a los países que desarrollen y ejecuten planes basados en objetivos que impulsen la transición de la sociedad hacia una economía con un efecto más positivo en la naturaleza. Se espera que las empresas y los inversores revelen los riesgos y las oportunidades, y coordinen su actividad comercial y sus inversiones. En consecuencia, el Marco de Kunming-Montreal implica una revisión de nuestras prácticas.
Sin embargo, redoblar los esfuerzos de conservación no bastará para acercarnos al fin de la pérdida de biodiversidad. Tenemos que cambiar radicalmente nuestra forma de producir y consumir bienes. Debemos permitir que la naturaleza se reponga de las demandas que le imponemos para que pueda seguir proporcionando todos los servicios y beneficios que necesitamos. Dependemos de la naturaleza para tener un planeta habitable y sano: sin ella, la sociedad y la economía no podrán gozar de buena salud. No existe un «planeta B».
Dos grandes oportunidades
Para los inversores de todo el mundo, doblegar la curva no solo supone un gran reto, sino que también plantea dos grandes oportunidades. Como se muestra en el gráfico 2, la primera está relacionada con la transición a favor de la biodiversidad: el cambio de los métodos de producción y consumo afecta a una industria con una capitalización de mercado de 2,3 billones de USD.
La segunda tiene que ver con las soluciones disponibles. El valor de las tecnologías que pueden reducir las amenazas, como las de tratamiento de aguas residuales, asciende a unos 800.000 millones de USD. Además, las soluciones con un efecto positivo en la biodiversidad, como los métodos de protección orgánicos de las plantas o la recuperación del suelo, suponen otros 180.000 millones de USD en inversiones. Estos riesgos y oportunidades son cada vez más importantes para los inversores, como se explica en el capítulo siguiente.
Objetivo del aprendizaje
Debería saber cómo se definen la biodiversidad, los ecosistemas y los servicios ecosistémicos; comprender los cinco factores principales que provocan la pérdida de biodiversidad y su relación con el cambio climático; y ser capaz de explicar cómo «doblegar la curva» permite encontrar soluciones, incluso nuevos mercados de gran envergadura.
Notas al pie
1 Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza:
https://www.iucn.org/news/commission-environmental-economic-and-social-policy/202205/exploring-possible-futures-conservation-ngos-a-report-luc-hoffmann-institute
2 https://www.unep.org/news-and-stories/story/5-key-drivers-nature-crisis
3 Restaurar tierras reconvertidas podría ayudar a mitigar el cambio climático (azocleantech.com)
4 Enfermedades y plagas invasoras (usda.gov)
5 https://www.weforum.org/agenda/2017/06/drones-plant-100000-trees-a-day/
6 Ilustración adaptada de Leclère et al., Nature, 2020, Adam Islaam, Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), Citi Research & Global Insights.